HAY POSES Y VOCES.
En mas de una oportunidad hemos estado en situaciones embarazosas, en las cuales nos hemos encontrado entre la espada y la pared, y para salir de esa situación espinosa inventamos algunas mentirillas. Creo que esto nos ha ocurrido en nuestro quehaceres diarios, pero en algunos casos esas mentirillas han sido fructíferas porque nos han sacado de apuros; sin embargo, habemos personas (incluyéndome, claro está) que pregonamos situación y media y cuando lo ponemos en práctica somos un cero a la izquierda; la verdad es que resulta muy sencillo hablar y hablar, lo difícil (más no imposible) es cumplir lo dicho, lo que pasa es que no hay equilibrio, no hay ecuanimidad entre el decir y el hacer.
La Carrera de la Vida te hace aprender y a reflexionar de lo que hacemos, en un lugar sosegado discernimos sobre nuestro existir, y de pronto encontramos que en la vida hay Poses y Voces, eso es una trágica verdad; sin ir muy lejos, ejemplos patentes son los realizados por nuestros gobernantes. ¡Caramba!, si ellos escribieran sobre esto nos dieran una cátedra. No obstante, las personas comunes y corrientes que tratamos mas a nuestra gente, a la del pueblo, siempre nos damos cuenta de estos yerros, los reconocemos y hacemos algo por remediarlos, en eso si que estoy de acuerdo, pero tampoco hay que cometer tontería y media, para luego corregir después de haber dañado la imagen u honra de alguien.
Lo ideal sobre el meollo de este asunto es hablar sobre lo que realmente se puede hacer, las habladurías despotricadas hay que evitarlas; y desde luego dedicarse más a obrar que a dar discursos sin argumentos. Recordemos esto para no menoscabar nuestra imagen, ya que iría en desmedro de nuestra postura humanista; hay que pensar bien, hablar y actuar bien.
La Carrera de la Vida te hace aprender y a reflexionar de lo que hacemos, en un lugar sosegado discernimos sobre nuestro existir, y de pronto encontramos que en la vida hay Poses y Voces, eso es una trágica verdad; sin ir muy lejos, ejemplos patentes son los realizados por nuestros gobernantes. ¡Caramba!, si ellos escribieran sobre esto nos dieran una cátedra. No obstante, las personas comunes y corrientes que tratamos mas a nuestra gente, a la del pueblo, siempre nos damos cuenta de estos yerros, los reconocemos y hacemos algo por remediarlos, en eso si que estoy de acuerdo, pero tampoco hay que cometer tontería y media, para luego corregir después de haber dañado la imagen u honra de alguien.
Lo ideal sobre el meollo de este asunto es hablar sobre lo que realmente se puede hacer, las habladurías despotricadas hay que evitarlas; y desde luego dedicarse más a obrar que a dar discursos sin argumentos. Recordemos esto para no menoscabar nuestra imagen, ya que iría en desmedro de nuestra postura humanista; hay que pensar bien, hablar y actuar bien.
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